No quiero seguir, como hasta hoy, saboreando hasta la más pequeña gota de amargura que nos dé la vida. Gozaré el presente, y el pasado siempre será el pasado. Los hombres no sufrirían tanto si, en vez de aplicar tenazmente su imaginación al constante recuerdo de sus males, procurasen hacer sosportable su presente mediocre.
Bello pensamiento ese Agos. Concentrar todas nuestras fuerzas en el presente, en este momento preciso en el cual todavía podemos mover una pieza y empezar otra partida...
ResponderEliminarSaludos desde mi pequeño universo...
no puedo evitar pensar que un presente - conscientemente - mediocre es un pasado deprimente en potencia.
ResponderEliminarfirma: la imaginación auto destructiva de otro blogger triste.
Empiezo a detestar la palabra mediocre, pero cada vez me acerco más a pensar que nos esforzamos toda una vida casi en vano. Me estoy haciendo cada vez más cómplice del presente, pero no al punto de desembarazarme del futuro que imagino y anhelo.
ResponderEliminarMati: Lo malo es que todavía no sé ni qué pieza, ni qué partida.
ResponderEliminarAC: Y sí. A veces la clave está en no pensar o, mejor, pensar hacia adelante (pero todo esto viene desde una postura "has lo que yo digo y no lo que yo hago" porque no logro ni hacer soportable mi presente -mediocre o no, ni pensar hacia adelante)
P.: Yo no detesto la palabra "medicre", sí lo que ello implica. Y con respecto a lo del futuro, se lo decís a una persona que supo escribir "quiero mi mañana hoy, si fuera posible"
Ojalá fuera tan fácil como decimos "dejaré el pasado, mejor el presente lo vivo", sabemos que aunque muchas veces no lo querramos, esos deseos de retroceder aparecen y es entonces, cuando la amargura, tristeza, melancolía etc nos invade las horas
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