martes, 29 de diciembre de 2009
Antonin
La velocidad, la frescura, la música, el llorar del cielo y su sonido tan particular, contribuyeron a que esa vuelta a casa sea una de las más placenteras...
domingo, 20 de diciembre de 2009
jueves, 3 de diciembre de 2009
lunes, 30 de noviembre de 2009
¡Felisa, me muero!
Me salió el tiro por la culata
Buenas madrugadas.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Gracias, alma despistada
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Desarrollando léxico
martes, 24 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Teoría de las fantasías
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Silencio invasor
domingo, 8 de noviembre de 2009
¿Dos veces bueno?
jueves, 5 de noviembre de 2009
(En Patch Adams)
No te amo
I don't love you as if you were the salt-rose, topaz
No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
or arrow of carnations that propagate fire:
o flecha de claveles que propagan el fuego:
I love you as certain dark things are loved,
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretly, between the shadow and the soul.
secretamente, entre la sombra y el alma.
I love you as the plant that doesn't bloom and carries
Te amo como la planta que no florece y lleva
hidden within itself the light of those flowers,
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
and thanks to your love, darkly in my body
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
lives the dense fragrance that rises from the earth.
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
I love you without knowing how, or when, or from where,
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
I love you simply, without problems or pride:
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
I love you in this way because I don't know any other way of loving
así te amo porque no sé amar de otra manera,
but this, in which there is no I or you,
Sino así de este modo en que no soy ni eres,
so intimate that your hand upon my chest is my hand,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
so intimate that when I fall asleep it is your eyes that close.
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Desconexión
lunes, 26 de octubre de 2009
jueves, 8 de octubre de 2009
Cuatro-ojos regresa
domingo, 4 de octubre de 2009
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Boluda total
¡Ah! Basta de sentir
viernes, 25 de septiembre de 2009
Subjetividad cero
En casa nos decimos agnósticos
Madre: Sí.
Hermana: Pero me acordé de que ayer lo insulté a Manu.
Madre: ¡Aaaah, pero lo tenía bien merecido! Yo te absuelvo, hijita. Ni reces el Padre Nuestro.
martes, 22 de septiembre de 2009
¿?
con esa mente que gira, gira y gira hasta marear al sentimiento,
con la (a veces no tan) grata incertidumbre,
con el cosquilleo,
con el miedo?
¿Qué se hace con la confusión,
con el deseo de saber y no saber al mismo tiempo,
con las palabras atragantadas,
con las palabras apresuradas,
con el tiempo encapsulado en relojes?
¿Qué se hace con vos y conmigo,
pero más conmigo que con vos,
con el dolor que aún molesta,
con el futuro que no llega?
¿Qué se hace con el hoy,
cuando hay mucho ayer
y poco mañana?
¿Qué se hace cuando hay sólo preguntas y nada de respuestas?
jueves, 17 de septiembre de 2009
jueves, 10 de septiembre de 2009
Frío
martes, 8 de septiembre de 2009
Monday, Bloody Monday
M.: ¿Ya saliste de casa?
Yo: Sí, mamá, ya estoy acá.
M.: ¡Ay! Mi amiga no fue al colegio, al final no viene.
Silencio.
M.: Volvete.
Yo: Sí.
Jamás contesté tan cortantemente. Me hubiese encantado que mi madre vea mi cara, pero escucharla con esa voz de "perdón hija, no me odies" hizo que no le grite con todas mis fuerzas. Volví a mi casa con una bronca que ni contar hasta un millón podía apaciguar y resignada a la idea de que mi lunes no iba a mejorar... Y no mejoró, pero afortunadamente, tampoco empeoró.
lunes, 31 de agosto de 2009
Choque contra la pared
Bienvenida, realidad. No queda otra que hacerte frente.
La ley primera
Madre al teléfono
Y se me ocurrió un sinfín de respuestas en cuestión de microsegundos.
Debería existir una Oficina Aprobadora de Nombres por la cual todos los padres tengan la obligación de pasar antes de anotar a sus hijos.
Hablalo con mi abogado, una novela de Diego E. Gualda
sábado, 29 de agosto de 2009
Música de arriba
Hasta hoy.
Hoy, un cartel con su nombre la esperaba a la salida de un espectáculo.
Un cartel y una bolsita con dos CDs de Atahualpa Yupanqui...
...que piensa ir a cambiar dentro de los próximos 15 días.
Ni dos dedos de frente
tirar un cigarrillo prendido (!)
por la ventanilla de un auto
a la ruta
un día como hoy
no está bueno.
viernes, 28 de agosto de 2009
Viernes 9 am
Soledad matutina.
Una mochila de obligaciones.
La palabra "posponer".
Uno, dos, tres, cuatro, cinco mates.
La yerba vieja, resultado de una vagancia festejada.
Una grata incertidumbre sobre las horas venideras.
La sonrisa delatora: vos en mis pensamientos, mis pensamientos en vos.
Un sabor a menta y un olor a shampoo recién enjuagado.
Las sensaciones de mi tiempo.
El sonido de una música susurrada.
Una inspiración que dejó de hacerse presente.
Una lluvia de ideas y la necesidad de convertirla en palabras.
Palabras, palabras...
lunes, 24 de agosto de 2009
viernes, 14 de agosto de 2009
6,470,818,671
Six billion people in the world.
Six billion souls...
...and sometimes, all you need is 1.
lunes, 10 de agosto de 2009
ERROR
Elakjsdklsajfdhf
miércoles, 29 de julio de 2009
Una visita siempre insoportable
martes, 21 de julio de 2009
Hablando de ocultar verdades...
viernes, 17 de julio de 2009
A estos hombres tristes
Autor: Luis Alberto Spinetta
Salva tu piel, la ciudad te llevó el verano. Ponte color, que al morir los hombres son blancos, más blancos que al volar sin volver, sin volver, que al volar sin volver. Tú tienes pies y tienes manos pero no se ven. Si tus pies hoy nacieron viento, déjalos correr y si tus manos con las plantas, déjalas crecer. Vive de azul, porque azul no tienes domingos. Ríete al fin, que llorar trae tanto frío, mas frío que olvidar como ver, como ver, que olvidar, como ver. Una vez vi que no cantabas y no se por qué si tienes voz , tienes palabras, déjalas caer, cayéndose suena tu vida aunque no lo creas. Cuánta ciudad, cuánta sed y tú un hombre solo. Cuánta ciudad, cuánta sed y tú un hombre solo...
miércoles, 24 de junio de 2009
Sobre el arte de escribir...
lunes, 15 de junio de 2009
sábado, 30 de mayo de 2009
Nótese el uso del posesivo
viernes, 29 de mayo de 2009
Hopscotch
demuestra que una traducción perfecta es un sueño inalcanzable.
A pesar de esto, la traducción existe.
Umberto Eco, Experiences in Translation.
I touch your mouth, I touch the edge of your mouth with my finger, I am drawing it as if it were something my hand was sketching, as if for the first time your mouth opened a little, and all I have to do is close my eyes to erase it and start all over again, every time I can make the mouth I want appear, the mouth which my hand chooses and sketches on your face, and which by some chance that I do not seek to understand coincides exactly with your mouth which smiles beneath the one my hand is sketching on you.
La segunda novela de Julio Cortázar, Rayuela, fue publicada por primera vez en 1963 y traducida al inglés por Gregory Rabassa, especialista en letras latinoamericanas nacido en Nueva York en 1922. Su traducción de Rayuela le valió el Premio Nacional del Libro en 1966. Durante el proceso de traducción, Rabassa le enviaba borradores de su traducción al autor, quien, a su vez, se los devolvía con correcciones, comentarios o preguntas.
La terea de un traductor literario es en muchos aspectos similar a la de un escritor. La diferencia radica en que el traductor no escribe sino que reescribe; no comienza de cero como el escritor sino que recrea, mediante un código lingüístico diferente, un texto que ya existe. Para hacerlo apropiadamente, deberá tener competencia lingüística en ambos idiomas y una gran habilidad para manipular la lengua a la cual traduce (de lo contrario, se verá atrapado en una jaula delimitada por sintaxis, morfología, restricciones literarias y consideraciones culturales que debilitarán, o inclusive, arruinarán el producto final).
En sus cartas a Rabassa, Cortázar deja ver su postura cautelosa y alerta a los movimientos del traductor y constantemente evalúa la calidad de su trabajo. A medida que adquiere confianza en él, el escritor cambia de actitud y se muestra con más ánimos de cooperar, siempre dispuesto a ayudar. Cortázar terminará reconociendo las habilidades del traductor y le comunicará que, como autor de la novela, está realmente satisfecho con el trabajo logrado.
Leer una obra literaria traducida no es lo mismo que leerla en el idioma original, pero una buena traducción no solamente es posible sino que también es necesaria ya que es la única manera en que los lectores pueden acceder a la literatura que emerge fuera de sus culturas.
lunes, 20 de abril de 2009
(En construcción)
el sonido de tus labios,
la profundidad de tus ojos
y el silencio de tus manos.
Una melodía que atraviesa como una lanza...
clavándose inevitablemente en lo más hondo del recuerdo.
Tu, mi recuerdo.
Un tiempo que no es hoy,
tampoco ayer,
ni siquiera mañana.
Volver, dejar, partir.
Volver a partir,
volver a dejar
el silencio de tus manos,
la profundidad de tus ojos,
el sonido de tus labios,
el olor de tus palabras.
Tus, mis palabras.
Palabras de nadie, para nadie.
Nada.
domingo, 19 de abril de 2009
Sobre la fotografía
jueves, 16 de abril de 2009
El ruido del paso del tiempo
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
Lo que se aprende en la facultad...
lunes, 13 de abril de 2009
Desintegración abstracta de la defoliación
Eso me pasó en la mañana del 7 de setiembre del 87. Hace mil años, pero no sabés cómo me acuerdo. Por entonces colaboraba esporádicamente en el Suplemento Sí de Clarín con notas que se sustentaban por ser "buenas ideas realizables". Y una vez se me ocurrió que estaría bueno contar la verdadera historia de Muchacha ojos de papel. Luis me la había revelado para una entrevista radial, unos años antes, y pensé que ya era hora de dejarla escrita. Pero como era -y soy- respetuoso de las privacidades, incluso de aquellas que me han sido contadas para hacerlas públicas, antes de escribir la nota le pedí su autorización. Si me hubiera dicho que no, que de ninguna manera, no me habría sorprendido... pero me dijo que sí, y me dejó patas para arriba cuando terminó pidiéndome escribir: Si se puede, para completar tu nota quiero volver a escuchar la canción y hacerle una autopsia a la Muchacha, me dijo. ¡Claro!
En aquellos tiempos lo veía muy seguido, teníamos una relación no de amistad pero sí de mucho cariño y respeto. Recuerdo qué hermosas cosas me dijo a mediados del 86, cuando estaba por nacer mi hija Victoria, o sea cuando estaba por debutar en la paternidad.
Entonces hicimos: yo escribí la historia de la canción y él, la revisión de su obra. La tituló Muchacha ojos de papel - Desintegración abstracta de la defoliación.
El asunto es que al editor del Sí, el texto le debe haber parecido muy atravesado, raro, ininteligible y oscuro para el todo público de la publicación. Entonces metió mano y lo publicó más "digerible". Esto es, cambiado, reducido y simplificado.
Yo, un simple colaborador, me enteré de lo publicado cuando me llamó Luis, que había leído el diario a primerísima hora. Por su nota o porque se levantaba temprano en ese tiempo, quién sabe. Y tenía razón, su texto había sido tijereteado feo.
Por eso se enojó mucho. Todavía está enojado, creo. Espero que ahora se entere de que, aquella vez, yo no le saqué ni una coma: lo hizo alguien que no sé quién fue. Es más: guardo una copia del texto que me entregó para aquella nota.
La historia de su canción famosa me la contó en una entrevista radial que hice con él en el 84. No sé si otra vez habló tan claramente de esa canción suya y de esa historia que es parte de su vida privadísima.
-Hablemos de Muchacha...
-Bueno. La Muchacha de la canción era Cristina Bustamante. Mi primer gran amor. Ella vivía en el mismo edificio de Emilio y por eso la conocía de vista. A veces se juntaban los fines de semana a charlar en la puerta, pero sin pasar a ser más que conocidos. Pero una vez nos quedamos solos en la casa de Emilio, porque sus padres habían viajado, y entonces invitamos a las chicas a tomar algo, a bailar, una especie de asalto. Y ahí, por primera vez, me sentí enamorado. En realidad ya me había enamorado varias veces pero siempre habían sido amores imposibles de realizar por diferencia de edad; no sé, me enamoraba de las maestras, de las pibas más grandes y después no pasaba nada, obviamente. Yo era un inepto absoluto en ese momento. Y bueno, todos esos pequeños amores desembocaron en un gran amor que fue el de esta muchacha ojos de papel, que fue un amor correspondido. Porque también ella me quiso mucho. Fue mi primer amor, mi primer gran amor, inolvidable amor. Y me inspiró una canción.
-¿Vos tenías idea que el tema fuera a golpear tanto en la gente?
-No, porque nada de lo que uno hiciera en ese momento podía tomarse para especular en eso. Pero la canción emocionaba al que la escuchaba, pasaba eso y punto. Y cuando la estrenamos en el Coliseo, fue tan rotundo el éxito de la canción que yo mismo lloraba, no lo podía creer. Aparte, el día que la estrené, por motivo de una rencilla que habíamos tenido, en la mitad de la canción ella se retiró del Coliseo. Yo cantaba la canción y la veía que se iba por el pasillo hacia el fondo. Ese tipo de cosas bien de pubertad, de 18 años. Amor.
-No debe haber mejor halago para una mujer que su amado le dedique una canción. Y tratándose de una canción como Muchacha, no es difícil imaginar cómo se habrá sentido Cristina...
-Es cierto. Se dio vuelta. Aparte, ella la conocía de antes, yo se la había cantado para ella en forma personal. Pero cuando le arreglamos todos los coros y la estrenamos en vivos, fue tremenda la emoción que sentí. Imborrable. Yo lloraba arriba del escenario, porque sentí que toda la gente se conmocionaba con eso. Al instante. Después vino el éxito. Sentí que la canción traspasaba la gente, lo mismo que cuando estrené Plegaria o Figuración, Muchacha traspasaba la gente. Con Almendra me cansé de ver chicos y chicas llorando, de emoción o de felicidad.
-Después de aquella pelea y del Coliseo, el romance siguió.
-Sí, termina en el Blues de Cris: "Sus ojos al final olvidaré". El romance se fue deteriorando y tuve que tomar una determinación importantísima en mi vida, porque todas esas pasiones son muy intensas, y si bien uno tiene la adicción de amar, también tiene una cruz tremenda en soportar los embates de todas esas pasiones. Sobre todo cuando es muy joven y no tiene la cabeza tan fría, uno es poseído por eso y posee, y eso trae dolor cuando se desposee y se quitan los ropajes, se caen los roles y quedan los individuos solos frente a frente. Es el momento culminante para todo ser humano. Y para mí, el Blues de Cris fue como una auto-declaración de cambio de rumbo. Me fijé olvidar esa mirada, olvidar todo lo que me unía a ella, que en parte había sido, en ese último tiempo, muy doloroso. Y me dispuse a emprender otra vida, descubriendo otras mujeres, otros amores.
-¿Cristina te reprochó alguna vez que esa canción que vos le habías regalado, de golpe la hicieras pública y así permitieras que todo el mundo se adueñara de ella?
-Jamás me reprochó tal cosa. Al contrario, era feliz de que yo obtuviera un éxito a través de eso. Pero en general no quería que dijera que se trataba de ella.
Muchas veces estuve tentado de buscar a Cristina. Una vez me contaron que vivía -o vive- en Venezuela. No sé si es cierto. En las guías telefónicas de la Argentina hay por lo menos una decena de Cristina Bustamante. Incluso leí por ahí que hay una Cristina Bustamante que desapareció en los 70: un nombre entre los 30 mil. ¿Alguna de ellas será la Muchacha de la canción? Por momentos pienso que estaría buenísimo encontrarla y que dijera que sí a una entrevista. Sería como hallar, tantos años después, a nuestra Garota de Ipanema. Y por momento creo que mejor que no. Que no hay que corporizar a esta musa de Spinetta: cada uno tiene la imagen de Muchacha y no tiene que venir alguien a ponerle ojos de verdad, piel que no es rayón y seguramente, las arrugas de los 50 y pico de años que tiene. Mejor que ella sea como uno quiso o quiere que sea. Por siempre.
miércoles, 8 de abril de 2009
Señor/a conductor/a:
Usarlo, y en lo posible usarlo bien (el de la izquierda cuando se quiere doblar a la izquierda y el de la derecha cuando se quiere doblar a la derecha) no le hace mal a nadie. Si usted creía lo contrario, abra su billetera, busque una tijera, agarre su carnet y córtelo en pedacitos. ¡Por su bien y el de los demás seres que habitan el planeta!
Muchas gracias.
domingo, 5 de abril de 2009
Se me escapó la palabra
viernes, 3 de abril de 2009
Anochecer de un día agitado
jueves, 26 de marzo de 2009
La Insoportable Levedad del Ser
Hasta el hartazgo
miércoles, 25 de marzo de 2009
Lejos, no importa qué tan cerca...
miércoles, 18 de marzo de 2009
jueves, 12 de marzo de 2009
El grito de mi (in)consciencia
Hay refelxiones que sólo existen para mí y que me llevan a conclusiones con las cuales me siento tranquilamente satisfecha, por decirlo de alguna manera... pero después tengo esa maldita necesidad o costumbre de hacerlas voz y... es el fin. Las reflexiones se liberan y flotan en el aire. Todo toma otra perspectiva: lo pequeño se hace gigante y se suma una opinión o dos o tres y más pensamientos se empujan entre sí para hacerse paso entre las conclusiones que quedan acorraladas, allá, entre sus propias refutaciones que las transforman en pseudo-conclusiones borrosas, inválidas y carentes de peso. Todo un sistema de autoconvencimiento se derrumba y mi vulnerabilidad está más latente que nunca: al dudar de lo que pienso, pierdo mi propia perspectiva generadora de seguridad. Maldita voz. Voz que no cumple otro propósito que el de debilitarme...
¿Quién iba a pensar que mi mayor enemigo no es más que el grito de mi (in)consciencia?
miércoles, 11 de marzo de 2009
martes, 3 de marzo de 2009
jueves, 26 de febrero de 2009
Antes y después
martes, 24 de febrero de 2009
Asegurá seguridad
sábado, 21 de febrero de 2009
Pon mi anillo en tu cadenita
viernes, 20 de febrero de 2009
Levedad del ser
miércoles, 18 de febrero de 2009
Into the Wild
lunes, 16 de febrero de 2009
Cuento.
Hace once años, en Montevideo, yo estaba esperando a Florencia en la puerta de casa. Ella era muy chica; caminaba como un osito. Yo la veía poco. Me quedaba en el diario hasta cualquier hora y por las mañanas trabajaba en la Universidad. Poco sabía de ella. La besaba dormida; a veces le llevaba chocolatines o juguetes. La madre no estaba aquella tarde, y yo esperaba en la puerta de casa el ómnibus que traía a Florencia de la jardinera. Llegó muy triste. No hablaba. En el ascensor hacía pucheros. Después dejó que la leche se enfriara en el tazón. Miraba el piso. La senté en mis rodillas y le pedí que me contara. Ella negó con la cabeza. La acaricié, la besé en la frente. Se le escapó alguna lágrima. Con el pañuelo le sequé la cara y la soné. Entonces volví a pedirle: -Andá, decime. Me contó que su mejor amiga le había dicho que no la quería.Lloramos juntos, no sé cuánto tiempo, abrazados los dos, ahí en la silla.
Yo sentía las lastimaduras que Florencia iba a sufrir a lo largo de los años y hubiera querido que Dios existiera y no fuera sordo, para poder rogarle que me diera el dolor que le tenía reservado.
Queda la música...
Esto lo estoy tocando mañana...
martes, 10 de febrero de 2009
Las verdades nacieron para coexistir.
lunes, 9 de febrero de 2009
Tres días, tres películas.
Shine (Claroscuro)
-No debe haber nada más feo que la opresión de un padre.
-No debe haber nada más feo que ese padre oprimido por otro padre.
-La competencia mata la diversión.
-La locura evitable es triste.
-El talento derrochado, también.
The Shining (El Resplandor)
-Es increíble el parecido de Jack Nicholson con Dennis Quaid.
-Es increíble la actuación de Jack Nicholson.
-La música de la película me taladró los oídos.
-No me hubiese molestado más dinamismo.
Annie Hall (Annie Hall)
-La "amiga" de Woody Allen que cita a Bob Dylan es la misma actriz que hace de esposa de Jack Nicholson en El Resplandor.
-La voz de Diane Keaton es impresionante.
-La escena (ver minuto 5) en la que Annie y Alvy hablan por primera vez después del partido de tenis es una de las más graciosas y bien hechas que vi en los últimos tiempos.
-La escena de Marshall McLuhan es fantástica.
-La del primer beso, también.
-Nunca pensé que iba a decir esto, pero Woody Allen llegó a parecerme mínimamente atractivo.
A falta de inspiración, buenas son las citas II
Séptima Parte
La Sonrisa de Karenin
p.310 Capítulo 4
Es posible que todas [las] preguntas que inquieren acerca del amor, que lo miden, lo analizan, lo investigan, lo interrogan, también lo destruyan antes de que pueda germinar. Es posible que no seamos capaces de amar precisamente porque deseamos ser amados, porque queremos que el otro nos dé algo (amor), en lugar de aproximarnos a él sin exigencias y querer sólo su mera presencia.
A falta de inspiración, buenas son las citas I
Tercera Parte
Palabras Incomprensibles
p.95 Capítulo 2
Mientras las personas son jóvenes y la composición musical de su vida está aún en sus primeros compases, pueden escribirla juntas e intercambiarse motivos, pero cuando se encuentran y son ya mayores, sus composiciones musicales están ya más o menos cerradas y cada palabra, cada objeto, significa una cosa distinta en la composición de la una y en el de la otra.
domingo, 8 de febrero de 2009
Contradicciones.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quitecita en la vitrina, si no la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.