Quiero una voz apagada, un sueño oscuro y lágrimas secas. Quiero recordar en blanco y negro y proyectar en ningún color. Quiero construir imágenes que se asemejen a ideales. Y romperlas cuando se hagan realidad. Quiero ser y parecer hasta la confusión. Quiero verdades incómodas y no mentiras que tranquilicen. Quiero el crecimiento que viene con el dolor y la felicidad. Quiero una soledad inquebrantable y una compañía incondicional. Y quiero mi voz. Fuerte y clara. Y quiero escucharla por sobre todas las cosas.