Mostrando entradas con la etiqueta Siempre hay una primera vez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Siempre hay una primera vez. Mostrar todas las entradas

domingo, 6 de febrero de 2011

It's an honor!

El viernes tuve el casamiento de mi profe de canto. En noviembre se casa mi mejor amiga. ¿Será señal de que la adultez se acerca? A mí me asusta el crecimiento. Bah, no me asusta, pero me genera una cierta incertidumbre que hace cosquillas. No es que esté parada en el medio de la vida sin saber qué hacer ni para dónde salir corriendo... algunos planes hay, o por lo menos esbozos de planes. A lo que quiero llegar con todo esto es a que mi mejor amiga se casa el 26 de noviembre y ¡soy su dama de honor! No, no es que se quiera hacer la yankee, es que el novio es estadounidense y bueno, en toda unión intercultural tiene que haber adaptaciones. El único problema es que voy a caminar del brazo de otro hombre hasta el altar. Novio, no te pongas celoso, sabés que con la única persona que quiero llegar al altar es con mi papá y para que me entregue a vos (soy lo más cursi que viene en persona). En fin, soy dama de honor. Dama de honor. Y, ¿qué quieren que les diga? a mí se me infla el pecho de orgullo. Lagrimeo de emoción cada vez que lo cuento. ¿Cómo se sentirá estar vestida igual a otras 4 personas y que sea a propósito?

lunes, 10 de enero de 2011

Doctor, doctor.

Necesito que alguien me explique mi condición: Estoy harta de la música. Yo, que no iba ni al baño sin alguna melodía de fondo. Ahora me da lo mismo. ¡Me da lo mismo! y hasta, a veces, me molesta. No tengo más esos antojos que solía tener. Me di cuenta de que la situación era peor de lo que pensaba porque tengo un viaje de 40 horas (en colectivo) por delante. Lo primero que hice fue poner 3 libros en mi cartera, pero después pensé que no me vendría mal revivir el mp3. El pobre es viejito, nunca tuve ganas de renovarme. De pedo le entran 80 temas, pero peor es nada, ¿no? La cuestión es que cuando buscaba entre mi música con qué podía alimentarlo, nada me llamaba. Antes, cuando hacía lo mismo, me quedaban 38490 temas afuera y editaba la lista 5 veces hasta que quedara fantástica. Hoy no me importó. El típico cartel me avisaba que estaba lleno y ahí estaba yo, entre las opciones "Reintentar" o "Cancelar". Apreté "Cancelar" y a otra cosa mariposa... Es grave. Es muy grave. Me siento mal. Quiero cura urgente.

lunes, 30 de noviembre de 2009

¡Felisa, me muero!

No pregunten por qué, pero desde que tengo uso de razón (y memoria) mi familia acostumbró a festejar la llegada de los años nuevos con una tradición, me explicaron, española: comer 12 uvas antes de que el reloj marque las 00:00. Mi abuela hace sonar una pequeña campana y tras oír el ruido, uno tiene que comenzar a desmenuzar el fruto redondo a la vez que pronuncia en su cabeza el deseo número 1, luego el 2, luego el 3, y así sucesivamente. Hoy, en uno de esos tantos momentos en que el mundo se congela para mi mente, que sólo puede prestarle atención a lo que piensa, llenaron mi cabeza un sinnúmero de deseos que deseo (valga la redundancia) para el 2010. Y me pregunté si una docena de uvas me alcanzarían. Nunca fui organizada para el tema de la ingestión, seguida del pedido, y suelo tener que apurarme para alcanzar al resto, escapándoseme así, algún que otro deseo. Es por eso que hoy decidí hacer lo que nunca hice hasta ahora: confeccionar una lista para que nada quede afuera (o al menos no lo más importante). Claro que la lista no va a ser pública porque, de serlo, los deseos no se cumplirían... y lo pienso yo, que soy lo menos supersticiosa que viene en cuerpo humano.

sábado, 29 de agosto de 2009

Música de arriba

Nunca había ganado nada.
Hasta hoy.
Hoy, un cartel con su nombre la esperaba a la salida de un espectáculo.
Un cartel y una bolsita con dos CDs de Atahualpa Yupanqui...

...que piensa ir a cambiar dentro de los próximos 15 días.