miércoles, 29 de julio de 2009

Una visita siempre insoportable

Malvenido seas, Mal Humor. Nadie te quiere aquí sin una causa justa (y ¿para qué negarlo?: con, tampoco), pero ya que tercamente te inmiscuyes, abres la puerta, pasas y te quedas, no puedo más que rogar que desaparezcas cuando llegue la mañana y, mientras tanto, fingiré no notar tu presencia perdiéndome en la realidad de otro mundo (un ayer, un libro, un mañana) y cuando más no lo espere, cerraré los ojos para alejarme de la tierra de los despiertos y de pronto encontrarme en un lugar al que jamás se te permitirá la entrada. Por la mañana, me perfumaré de optimismo para olvidar tu estadía y no tendrás cabida en mi día ordinario.

martes, 21 de julio de 2009

Hablando de ocultar verdades...

Las mentiras piadosas son, al fin y al cabo, igual de mentira y fingir es casi tan desgastante como cuatro horas de estudio sin recreos; pero cuando no queda otra, no queda otra.
-¡No sabía que veníiiiiiiiias!
(Pfffffff)
Basta de sorpresas por este año, por favor. Mi ansiedad no lo resiste.

viernes, 17 de julio de 2009

A estos hombres tristes

Intérprete: Almendra
Autor: Luis Alberto Spinetta

Salva tu piel, la ciudad te llevó el verano. Ponte color, que al morir los hombres son blancos, más blancos que al volar sin volver, sin volver, que al volar sin volver. Tú tienes pies y tienes manos pero no se ven. Si tus pies hoy nacieron viento, déjalos correr y si tus manos con las plantas, déjalas crecer. Vive de azul, porque azul no tienes domingos. Ríete al fin, que llorar trae tanto frío, mas frío que olvidar como ver, como ver, que olvidar, como ver. Una vez vi que no cantabas y no se por qué si tienes voz , tienes palabras, déjalas caer, cayéndose suena tu vida aunque no lo creas. Cuánta ciudad, cuánta sed y tú un hombre solo. Cuánta ciudad, cuánta sed y tú un hombre solo...