Tengo ganas de dejar volar mi creatividad con una cámara en la mano. De conocer paisajes nuevos y perderme en el tiempo en busca de la diversidad que el mundo tenga para ofrecerme. De pasar a la siguiente etapa. De no ahogarme en un vasito de agua; menos de alcohol. De descomprimir la mente. De preocuparme menos. De disfrutar más. De salir. De crecer. De días más largos. De poder no dormir. De ver todas las películas que quiero ver. De recuperar la memoria de hace unos años.
Y, a veces, hasta tengo ganas de volver a empezar, pero sabiendo cómo.