miércoles, 25 de marzo de 2009

Lejos, no importa qué tan cerca...

Si a la distancia física le sumamos la distancia emocional, ¿qué nos queda? Lo más temido, lo más molesto: una distancia entera que corrompe hasta la más pura de las relaciones; una distancia que multiplica el tiempo de s e p a r a c i ó n y agiganta las diferencias. Andate, pero sin irte. Volvé como si nunca te hubieses ido… No te pierdas, no me pierdas, no nos perdamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario