viernes, 25 de septiembre de 2009

En casa nos decimos agnósticos

Hermana: Ma, viste que yo me había santificado, ¿no?
Madre: Sí.
Hermana: Pero me acordé de que ayer lo insulté a Manu.
Madre: ¡Aaaah, pero lo tenía bien merecido! Yo te absuelvo, hijita. Ni reces el Padre Nuestro.

2 comentarios: